Arcoiris

El ejercicio del arcoíris para pensar busca generar ideas innovadoras desde el pensamiento lateral. Puede utilizarse en distintas fases del proceso de design thinking: para revisar o explorar un problema, para desarrollar una idea, para proponer un conjunto de posibles soluciones, para analizar un prototipo, para evaluar una propuesta, un resultado o un ajuste.

¿Qué es pensamiento lateral?

El pensamiento lateral o creativo nos permite encontrar alternativas y soluciones desde diversos enfoques y perspectivas para resolver problemas de manera ágil y creativa.

Edward de Bono publicó su famoso libro Seis sombreros para pensar en 1985, acuño el término pensamiento lateral y lo definió como la capacidad de producir muchas respuestas o soluciones frente a una misma cuestión.

Desde entonces la noción de pensamiento lateral se consideró una valiosa fórmula para escapar de la rigidez mental, buscar la espontaneidad, originalidad y complementariedad de las ideas para promover la creatividad, es decir: para salir de la caja e innovar.

Más tarde surgieron otras metodologías para fortalecer y aprovechar el pensamiento lateral, como las seis gafas para decidir, la versión del séptimo sombrero que explora la experiencia pasada o los ejercicios con antifaces o conexiones al azar.

Diferencia entre pensamiento lateral y lineal

Mientras el pensamiento lineal va paso a paso, siguiendo una trayectoria lógica y predefinida, el pensamiento lateral vincula los pensamientos de forma espontánea y genera ideas paralelas a partir de asociaciones que quiebran la lógica tradicional y no son susceptibles de controlar.

El pensamiento lineal se privilegió fuertemente en la educación de la era industrial y aún se considera el único válido en los entornos menos progresistas, pues es muy importante para cuestiones de índole técnica y científica, así como para diseñar líneas de producción, aunque no es la mejor alternativa para impulsar la creatividad o la innovación.

Para establecer estrategias creativas y cumplir con los objetivos que nos planteamos, hemos de aprender a utilizar procesos mentales complejos que combinan ambos métodos:

  • Dejar que el pensamiento lateral fluya nos permitirá generar nuevas ideas y ampliar nuestra visión.
  • El pensamiento lineal nos ayuda a encontrar el método para implementar las ideas y orientarnos hacia la visión que imaginamos. Funciona de manera estructurada y ordenada en procesos.

Las personas que pueden utilizar y combinar ambos procesos no tienen miedo ni al orden ni al caos y suelen ser los mejores estrategas.

Los genios del clip

Durante el famoso test de pensamiento divergente de Geoge Land y Beth Jarman preguntaron a 1500 personas para qué puede servir un clip o sujetapapeles. Algunas personas encontraron más de 200 usos y otras solo 10 o 15.

Se consideraron genios del pensamiento lateral a quienes lograron 200.

  • El 80 % de los genios fueron pequeñas personas que aún cursaban el jardín de infantes.
  • La experiencia continuó y volvieron a testear a los mismos niños 5 años después, cuando tenían unos 10 años, y sólo el 50 % obtuvo un nivel genio.
  • A los 15 años de edad nada más el 35 % alcanzó el nivel de genio. 

Parece que lo que nos sucede es que la educación lineal debilita o inhibe el pensamiento lateral. ¿Te suena lógico? 

¿Por qué utilizar artefactos representativos para pensar?

La idea de utilizar sombreros, lentes, pañoletas, máscaras u otros artefacto se relaciona con efectuar un acto deliberado que invite al pensamiento a enfocarse desde una perspectiva diferente, para ayudarnos a visualizar soluciones desde ángulos variados y reentrenar o recuperar nuestro pensamiento lateral. Además es divertido y la diversión fomenta la creatividad y convoca el pensamiento lateral.

Para la mayoría de las personas, usar artefactos representativos facilita la toma de control sobre la actividad cerebral y les ayuda a enfocarla a voluntad para usar diferentes vías de acercamiento a la resolución de problemas y fomentar un estilo de pensamiento múltiple, ágil y creativo.

Aprovechar diferentes colores o formas que pueden significar diferentes cualidades del pensamiento, y el que se puedan poner o quitar a voluntad, simula lo que ocurre en la compleja mente humana, que mezcla y pondera razones, emociones, sentimientos, sensaciones, recuerdos e intuiciones.

Material necesario

  • Post-its
  • Papeles de colores (puedes pintar papeles blancos con lápices de colores, crayones o marcadores)
  • Tijeras
  • Engrapadora

5 pasos para pensar con perspectiva lateral

  1. Convoquen
  2. Definan el problema
  3. Diseñen los artefactos con perspectiva
  4. Lluvia de ideas
  5. Concluyan

Paso 1. Convoquen

Convoquen con anticipación suficiente a las personas que quieres que participen. Puedes proponer el objetivo de la reunión. Por ejemplo: pensar sobre ideas de negocio, o pensar sobre el prototipo de una nave, o el temario de un curso. Deja abierta la puerta para que el pensamiento comience a fluir y recuerda que pensar lateralmente no es buscar soluciones específicas, sino encontrar opciones.

Aún si vas a trabajar solo, dispón el material de colores y crea un un ambiente relajado que facilite que las ideas surjan.

Recuerda que tratar de controlar u ordenar el proceso del pensamiento lateral le inhibirá.

Paso 1. Definan el problema

Definan el problema para escudriñarlo. El pensamiento lateral se vincula mejor con el problema que con la búsqueda de la solución.

Planteen dos o tres preguntas que se relacionen con el problema.

Paso 2. Diseñen los artefactos con perspectiva

Pueden diseñar los artefactos ad-hoc para un momento en particular, o tenerlos preparados y hacerlo una costumbre al buscar resolver un problema.

Pueden ser sombreros, antifaces, anteojos, pines, moños, lo que tu imaginación prefiera.

Si van a diseñarlos en el momento, ten a la mano papel de colores, tijeras y goma para pegar. 

Aunque no existe un consenso absoluto sobre los significados de los colores o las figuras, te planteamos algunas alternativas para que cada grupo elija las perspectivas y decidan cuáles convienen más para analizar el problema.

Pueden utilizar la siguiente tabla para vincular cada color con una perspectiva, o ponerse de acuerdo respecto a lo que cada color o artefacto significará para el ejercicio.

También podrían utilizar la siguiente fórmula:

  • Artefacto azul para procesar es el que controla al resto de personas con artefactos de otro color; controla los tiempos y el orden de los mismos.
  • Artefacto blanco para relatar los hechos es el que plantea el asunto de manera más objetiva y neutral posible.
  • Artefacto rojo para las  emociones que expresa sentimientos sin necesidad de justificación.
  • Artefacto negro para ver el lado pesimista, presenta al información desde una perspectiva  negativa encontrando lo no podría salir bien.
  • Artefacto amarillo para el optimismo,  que se interesa en buscar los aspectos positivos sobre cada aspecto y explora los beneficios de la iniciativa.
  • Artefacto verde para crear y abrir  las posibilidades creativas y está íntimamente relacionado con su idea de pensamiento lateral o divergente.
Si no tienen tiempo para diseñar artefactos, pueden elegir artículos que estén en el ambiente del taller y darles significado y color. Un vaso transparente para relatar, una corbata para relatar, un suéter o un paraguas previsor, un lápiz optimista, una llave para abrir posibilidades creativas. Utilicen su pensamiento lateral. 

Paso 4. Lluvia de colores

Si trabajan en grupo, pónganse de acuerdo sobre cómo se pasarán la palabra y los artefactos que representan cada perspectiva (sombreros, pañoletas, etc.) Si lo consideran pertinente, pueden nombrar a un moderador.

Elijan alguna de las siguientes alternativas:

  • Opción A. Pueden realizar el ejercicio de manera secuencial y explorar entre todos perspectiva por perspectiva. Es decir, primero todos optimistas, después todos pesimistas o todos racionales o todos emotivos, ir focalizando la discusión y al final sacar una conclusión. Esta secuencia es también para quienes trabajan solos.
  • Opción B. Pueden realizar el ejercicio dando a cada persona participante el encargo de presentar una perspectiva distinta e ir cambiando los roles. Cada persona se encarga de plantear ideas desde la perspectiva que le es asignada.
  • Opción C. Se conforman dos grupos antagonistas que debaten entre si: racional contra emocional, optimista contra pesimista, romántico contra emocional, etcétera…

En todos los casos se puede tomar nota de las ideas en post-its de colores para facilitar su análisis más adelante. Lo puede hacer cada quién o un relator.

En esta etapa, lo más importante es aplazar el juicio sin valorar las nuevas ideas y dejar que la mente de cada persona las relacione y las exprese sin bloqueos, sin sacar conclusiones, sin juzgar los resultados.

Paso 5. Concluyan

Pongan las ideas en conjuntos similares sin importar desde qué perspectiva se crearon. Es momento de ordenar y seleccionar las ideas para convertirlas en estrategias que aporten al proceso de pensamiento de diseño.

Si el grupo no está de acuerdo en la selección o la estrategia, puede llevarse a cabo un debate en el que cada persona exponga su perspectiva

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