Personalidad arquetípica de una organización con sentido

Las expresiones personales se relacionan con la capacidad que tienen las organizaciones para transferir atributos de personalidad y relacionarse como persona con sus interlocutores.

Una personalidad clara se refleja en la cultura organizacional, en un estilo de vida que facilita a las organizaciones distinguirse de otras y genere sentido de pertenencia y credibilidad.

La personalidad es un asunto personal

Reconocer la personalidad arquetípica de una organización es una de las cuestiones más relevantes de la planeación de una estrategia de comunicación consistente y vinculante, que permita que los interlocutores internos y externos reconozcan el estilo de vida que refleja la cultura organizacional.

Cuando manifestamos favoritismo o repulsión hacia una organización, en general no estamos sólo pensando o relacionándonos con esa organización, sino con nosotros mismos, con nuestras preferencias y con nuestra postura ante el mundo.

¿Has sentido o dicho alguna vez que amas u odias a una organización?

Por ejemplo: Si ahora les digo, va entrando por la puerta X organización, que se ostenta como la autoridad del mundo ¿En qué organización piensan? ¿Cómo entra? ¿Cómo camina? ¿Cómo se relaciona con nosotros?

Si va entrando quien se manifiesta como sensual ¿Qué organización les viene a la mente? ¿Cómo camina, cómo habla, cómo es su vestimenta?

Si se manifiesta heroica y lista para salvar al mundo con sus poderes ¿Cuál organización se presenta ante ustedes? ¿Cómo se mueve, cómo se presenta, qué les dice al llegar? ¿Notan la diferencia?

Una personalidad clara otorga a la organización sentido de identidad, pues refleja su cultura organizacional, su estilo de vida y sus comportamientos, facilitando que se distinga de otras, genere sentido de pertenencia y credibilidad entre sus interlocutores; estructura de forma consistente y coherente una particular manera de ser que se reconoce a partir de recuerdos, experiencias, motivaciones, intereses, herencias, relaciones y expectativas colectivas que forman parte de su acervo personal.

El análisis arquetípico no se ocupa del contenido voluble y cambiante a partir de eventos específicos, sino en dar forma a los contenidos, creando puentes entre la conciencia personal y colectiva, propiciando una significación unificadora de las tramas personales que ahí convergen.

Para identificar la personalidad de una organización no importa que esté constituida jurídicamente como persona moral o no. Una organización es más que un estatus jurídico, es la unión de voluntades de personas que quieren lograr algo juntas, aunque no son las personas, sino el colectivo como una unidad independiente. 

Lo importante es que podamos darle un carácter sólido y consistente, que pueda interpretarse fácilmente y sintetice los significados distintivos de la personalidad de la organización para establecer relaciones personales con sus interlocutores.

Para encontrar referencias personales de las organizaciones con las que trabajamos, nos apoyamos en la comprensión de arquetipos que remiten a conceptos universales que viven en el inconsciente colectivo y funcionan como un gran receptáculo o vasija, la cual contiene y unifica las formas de ser y hacer de las personas en diferentes circunstancias.

¿Qué es para ti un arquetipo?

Arquetipos universales

En su búsqueda por comprender al hombre, Gustave Jung, aprovechó la noción de arquetipo como una estructura psíquica que integra lo consciente y lo inconsciente de la naturaleza y la cultura. El análisis arquetípico no se ocupa del contenido voluble y cambiante a partir de eventos específicos, sino en dar forma a los contenidos, creando puentes entre la conciencia personal y colectiva, propiciando una significación unificadora de las tramas personales que ahí convergen.

De acuerdo con Jung, los arquetipos son manifestaciones de pautas de comportamiento, de conformaciones energéticas o configuraciones de pulsión. Son imágenes primordiales cargadas de energía vital, marcos básicos en los que la forma y el fondo son parte de lo mismo, que ordenan la tensión entre lo racional y lo intuitivo. Son paradigmas de carácter universal arraigados en la psique colectiva y representan una concepción compartida que podemos asimilar fácilmente.

En el libro The Science and Art of branding, Giep Franzen y Sandra Moriaty plantean cómo es que una identidad comercial metafórica o arquetípica, genera un efecto de espejo, e integra el complejo sistema de decisiones interrelacionadas y de relaciones que crean conciencia, visibilidad y significados que identifican y distinguen un producto, empresa, organización o destino frente a sus competidores.

Los animales mitológicos son también una referencia en el mundo y la existencia, la realidad y la cotidianidad humana que ha establecido diversos vínculos cognitivos, emocionales, lúdicos y conductuales, presentes en los diversos esquemas simbólicos, espirituales y culturales que conforman nuestras identidades, tomando parte, entre otras cosas, de mitos, sueños, fantasías, cuentos, folclore y arte (Santos Fita, Costa Neto & Cano-Contreras, 2013).  

En la concepción social mesoamericana, el nahual o nagual o nawal, también manifiesta una representación mitológica vinculada con el interior de las personas o su espíritu, es algo así como la proyección de sí mismo, o el alter ego. Al conocer y comunicarse con el espíritu del nahual personal, éste guía y protege al manifestar lo más profundo de la persona.

Lo interesante de estas cuestiones, en términos de ayudarnos a encontrar la personalidad arquetípica de una organización, es que se dice que un mismo nahual puede estar hecho de varios espíritus protectores; por eso al analizar las relaciones de marcas exitosas con un arquetipo en particular, en Identidad y Desarrollo estudiamos, discutimos, reflexionamos y concluimos que la personalidad de un negocio puede tener algo así como un arquetipo de base y otros de refuerzo.

En el mundo del branding, se ha generalizado la necesidad de reconocer y adoptar un arquetipo personal para las empresas, organizaciones, proyectos o productos. En la mayoría de los análisis, encontramos referencias de doce arquetipos primarios que se han viralizado y convertido en una pauta para definir la personalidad de las principales marcas. 

En Identidad y Desarrollo utilizamos veinte. Creemos que en la medida en que adoptemos fórmulas para comprender lo que somos y proyectar lo que esperamos de un mundo futuro, no sólo fortalecemos la identidad de nuestras organizaciones, sino que participamos en la búsqueda de nuevos paradigmas que nos ayuden a crear un mundo más armónico, respetuoso e incluyente.