Por Alejandra Zorrilla y Mariana Viramontes
La gramática es una herramienta vieja pero vigente. Establece las reglas y normas para el uso del lenguaje y nos permite mantener una comunicación fluida y legible. Utilizar las reglas de manera correcta evita malentendidos y ambigüedades, genera buena impresión en los lectores, y asegura que lo que queremos transmitir sea claro y contundente.
Las principales herramientas gramaticales con que contamos para escribir un buen documento son la morfología, la sintaxis, la semántica, la ortografía y la puntuación. Vale la pena echar un rápido vistazo para recordar a qué nos ayuda cada una y consultar las reglas gramaticales vigentes que publica la Real Academia Española (RAE).
Morfología
Es la parte de la gramática que se ocupa de la estructura de las palabras. En general la conocemos bien por nuestro uso cotidiano del lenguaje, aunque de pronto necesitamos recordar o reconocer algunas reglas para el uso del plural y los prefijos, o para la escritura correcta de la numeración.
Uso de plural
El uso del plural puede resultar complejo particularmente en las siglas, el género, el uso de prefijos y la numeración.
Las siglas
En español, las siglas no modifican su forma cuando designan más de un referente. El plural se manifiesta en las palabras que las introducen o que las modifican, por eso es recomendable utilizar siempre un determinante para introducir la sigla cuando esta ha de expresar pluralidad.
Ejemplo de siglas
- Varias ONG europeas, unos DVD, las TIC.
- La medida ha sido apoyada por diferentes ONG del país.
Debe evitarse el uso de combinaciones de mayúscula y minúscula o apóstrofe: PC’s, ONG’s, PCs, ONGs, PC´S, ONG`S.
El género
Los sustantivos en plural conservan masculino en el caso de hacer referencia a ambos géneros. En los sustantivos que designan seres animados existe la posibilidad del uso genérico del masculino para designar la clase, es decir,
Todos los ciudadanos mayores de edad tienen derecho a voto.
De acuerdo con la RAE, la actual tendencia al desdoblamiento indiscriminado del sustantivo en su forma masculina y femenina va contra el principio de economía del lenguaje, se funda en razones extralingüísticas y generan dificultades sintácticas y de concordancia, lo que complica innecesariamente la redacción y lectura de los textos. Además en el idioma español, el masculino es una forma gramatical que incluye a la femenina, mientras que la forma femenina como forma marcada, se considera excluyente. La gramática no conoce el concepto de sexo, sino de género, de manera que para identificar a un grupo conformado por hombres y mujeres es correcto e incluyente utilizar el género masculino, reconociendo la naturaleza asexuada del grupo.
Evita utilizar desdoblamientos como los ciudadanos y las ciudadanas, los niños y las niñas para referirte a un grupo de personas que incluye a hombres y mujeres con los mismos derechos, obligaciones, condiciones y características. El reto histórico de nuestra generación es entender la igualdad, no exacerbar la desigualdad.
La mención explícita del femenino solo se justifica cuando la oposición de sexos es relevante en el contexto.
El desarrollo evolutivo es similar en los niños y las niñas de esa edad.
Se busca lograr la equidad entre hombres y mujeres.
Los prefijos
Los prefijos son elementos carentes de autonomía. Su uso correcto es complicado, pues un mismo prefijo se puede escribir soldado a la base, unido a ella con guion o completamente separado en función de diversos factores.
Prefijos soldados a la base
Cuando los prefijos afectan a una sola palabra (base univerbal) se escriben siempre soldados a la base. No se escriben con guión intermedio, ni se utiliza un espacio para dividir el prefijo de la base.
antiadherente, cuasidelito, exjefe, posmoderno, viceministro, superpoblado.
anti-adherente, anti adherente, cuasi-delito, cuasi delito, ex-jefe, ex jefe. pos-moderno, pos moderno vice-ministro, vice ministro, super-poblado, super poblado.
Prefijos con guión intermedio
Cuando la palabra base comienza por mayúscula, el prefijo se une utilizando guión para evitar la anomalía ortográfica que sucedería si una minúscula apareciera seguida de una mayúscula en el interior de una palabra.
anti-ALCA, mini-USB, pos-Gorbachov, pro-Obama.
Cuando la base es un número también se emplea el guión de separación:
sub-21, super-8.
Prefijos separado de la base
Cuando el prefijo afecta una base constituida por varias palabras (es pluriverbal), se escribe separado.
ex relaciones públicas, anti pena de muerte, pro derechos humanos, pre Segunda Guerra Mundial, vice primer ministro.
La numeración
Los números mayores a 10 se escriben con número.
Tres, seis, nueve, diez
No es apropiado pluralizar el cardinal que se refiere a una decena de años y mucho menos utilizar la letra s, con o sin apóstrofe, después del número. Lo correcto es escribir los cardinales de las décadas con letra y en singular.
Los años sesentas, la década de los noventas, 60s, 60´s o 60/s.
Los años sesenta, la década de los setenta, o en los ochenta.
Los días y años de las fechas se escriben con número.
- 3 de febrero de 1924
- Guadalajara, Jal. A 15 de junio de 2005
Sintaxis
La sintaxis es la parte de la gramática que establece la forma en que se articulan las palabras. La usamos para formar las oraciones y expresar conceptos de forma consistente.
Si bien el orden de las palabras en español es flexible, no debemos elegir un orden al azar, tenemos que establecerlo de acuerdo con las necesidades comunicativas del texto en dos sentidos: estructura informativa y estructura sintáctica. La combinación de ambas estructuras genera una relación lógica de las partes del texto. Si una falta, el texto resultará incoherente y complicará su interpretación.
La estructura informativa tiene que ver con que la información conocida vaya primero y la nueva al final para dar contexto al contenido y facilitar su comprensión.
La estructura sintáctica se relaciona con que cada palabra ocupe el lugar donde más claramente se relaciona con las demás palabras de la oración para evitar confusiones. Cuando tengas duda sobre la estructura de una oración utiliza el orden habitual: sujeto, verbo, objeto y circunstancias. Coloca el verbo lo más cerca posible del sujeto y lee las oraciones que te parezcan complicadas en voz alta para asegurar que dicen lo que quisiste decir. Si tienes dudas, utiliza un diccionario de definiciones y sinónimos.
¿Repetir palabras es buena idea o mala idea? Depende.
La repetición de palabras es un recurso útil y apropiado para enfatizar un hecho. Por ejemplo:
- La digitalización permite crecer al negocio y el crecimiento del negocio es bueno para el país.
- Los ciudadanos competentes son un recurso indispensable. Entre más ciudadanos competentes vivan en México, tendremos mejores posibilidades de éxito.
La repetición innecesaria de vocablos se percibe como evidencia de pobreza de vocabulario y provoca tener un texto monótono y aburrido. Utiliza sinónimos u otras palabras relacionadas.
En lugar de: El cliente no compra la mercancía que el proveedor compra en China, prefiere la que se compra en México.
Escribe: El cliente no compra mercancía que el proveedor importa de China, prefiere adquirirlas en México.
Sintaxis consistente en las listas
Tener consistencia sintáctica en las frases de una misma lista es una oportunidad para mostrar congruencia relacional. Si inicias una lista con verbo, utiliza el mismo tiempo verbal en el resto de los elementos enlistados; si inicias la lista con un sustantivo, sigue con sustantivos y decide si antepones un artículo a todos o no lo pones en ninguno. Esta regla nos ayuda también a asegurar que todos los elementos de una lista corresponden a la misma naturaleza o conjunto.
Consistencia sintáctica en los elementos de una lista
Si inicias la lista con un sustantivo al que se antepone un artículo.
Las obligaciones de un redactor son:
- Utilizar verbo en infinitivo al principio de la lista.
- Crear textos en lenguaje ciudadano.
- Elegir imágenes que muestren momentos específicos.
- Enlazar los capítulos a través de vínculos.
No mezcles elementos de distinta naturaleza y con distintas reglas en una lista.
Enlazar los capítulos a través de vínculos.
- Poner verbos o sustantivos de acuerdo con la inspiración del momento.
- Imágenes correspondientes a momentos específicos.
- Los capítulos van enlazados por vínculos.
- Crear textos en lenguaje ciudadano.
Uso correcto de preposiciones
No hay normas precisas para utilizar las preposiciones. Tal vez por eso figuran entre los errores más comunes. En caso de duda, puedes consultar el diccionario. El problema suele estar donde ni siquiera existe la duda. Los siguientes son los siete casos más frecuentes que hemos identificado.
Pregunta | Respuesta incorrecta | Respuesta correcta |
¿En base a o con base en? | En base a | Con base en |
¿De acuerdo a / de acuerdo con? | De acuerdo a | De acuerdo con |
¿Acto a realizarse o acto por realizarse? | Acto a realizar | Acto por realizar |
¿A cuenta de o por cuenta de? | A cuenta de | Por cuenta de |
¿En relación a o en relación con? | En relación a | En relación con |
¿Respecto a o con respecto a? | Respecto a | Con respeto a |
¿Asuntos a tratar o asuntos por tratar? | Asuntos a tratar | Asuntos por tratar |
La idea no es solo resolver estos casos específicos, sino ayudarnos a tener más dudas que amplíen nuestra curiosidad sobre el uso del lenguaje. Puedes leer más información sobre preposiciones en esta guía o consultar información en línea.
Semántica
La semántica es la parte de la gramática relacionada con el significado y sentido de las palabras. Seleccionar las palabras adecuadas en la redacción de los documentos puede marcar la diferencia entre un texto claro y uno ambiguo, entre un mensaje aburrido y uno poderoso.
La semántica se interpreta desde diferentes puntos de vista:
La semántica lingüística, trata de la codificación y decodificación de los contenidos semánticos en las estructuras lingüísticas. Tiene que ver con la denotación de una palabra con aquello a que se refiere y la connotación, que se determina con las experiencias y valores asociados a su significado por un grupo específico de personas.
Por ejemplo, la palabra pacifistas tiene distintas connotaciones para un grupo militar que para un grupo de oposición. La expresión ¿Dormimos juntos? en una mañana atareada, para un mexicano puede significar un reclamo a alguien que no te ha saludado, pero para alguien que no conoce esta connotación de la expresión, representa una invitación a dormir juntos o a quitarse la ropa y tener otro tipo de encuentro cercano.
La semántica lógica, contempla las condiciones necesarias para que un signo lingüístico pueda aplicarse a un objeto o una realidad sin dar lugar a dudas. Tiene que ver con la teoría de modelos, que se basa en el conjunto de símbolos teóricos, axiomas y reglas de deducción, que resultan tan evidentes que no requieren explicación.
Por ejemplo: El todo es mayor que cualquiera de sus partes o la línea recta es la distancia más corta entre dos puntos.
La semántica interpretativa o cognitiva, trata de explicar por qué nos comunicamos, y cuál es el mecanismo psíquico que se establece entre hablante y oyente o entre escritor y lector durante el proceso de comunicación. Se refiere a cómo la mente atribuye relaciones específicas a un signo o a las variaciones de los significados, cómo las palabras no son la cosa, sino el significado que les damos.
Por ejemplo, la percepción de una mesa es que tiene cuatro patas y una cubierta, aunque en realidad una mesa puede tener más o menos patas, y una mesa de trabajo, es un grupo de personas reunidas para trabajar aunque no exista una mesa física de por medio. El caso es que las ideas se construyen en la mente a partir de prototipos que imaginamos como referencia.
Puntuación
La puntuación es la respiración del texto y tiene un peso importante en nuestros trabajos escritos. Nos propone un conjunto de signos que sirven para establecer pausas en la lectura.
Las oraciones demasiado largas son confusas y casi siempre pueden acortarse fácilmente con el uso de los signos de puntuación. En general tras una oración larga, nos conviene utilizar una corta para que el lector pueda descansar. Descansa ahora.
Existen algunas reglas que pueden ayudarnos a utilizar los signos de puntuación de forma adecuada, aunque la mayoría no son absolutas. Lo importante es asegurar que la forma como usamos estos signos nos ayude a dar claridad y cadencia a nuestro texto.
El clásico ejemplo
Si el hombre supiera realmente el valor que tiene la mujer, andaría en cuatro patas en su búsqueda.
No es lo mismo que:
Si el hombre supiera realmente el valor que tiene, la mujer andaría en cuatro patas en su búsqueda.
Gran diferencia, ¿no?
En el capítulo VII se presentan las principales reglas de puntuación, pues este tema representa una de las principales áreas de oportunidad para la redacción de documentos estratégicos y técnicos.
Ortografía
La ortografía es el conjunto de normas que regulan la escritura de las palabras. Una buena ortografía hace muy evidente la calidad y limpieza de nuestro documento. Hay quien sostiene que una falta de ortografía es como una mancha de grasa en la corbata. Se muy escrupuloso con este asunto. Utiliza el sistema de corrección de Word, pero no te confíes, algunas palabras pueden expresar ideas totalmente distintas y aún contradictorias si las escribes diferente.
No es lo mismo…
Sima significa cavidad grande y profunda en la tierra, mientras cima expresa el punto más alto de los montes, cerros y collados.
Seso es la parte superior y más voluminosa del encéfalo y ceso es suspender o llegar al fin.
Haber, representa un conjunto de bienes y a ver indica expectación o curiosidad.
Uso de acentos
La función del acento ortográfico es marcar la intensidad de pronunciar una sílaba acentuada dentro de una palabra.
En las palabras agudas la sílaba tónica se encuentra en la ultima sílaba y lleva cuando terminan en vocal o en ‘n’ o ‘s’. Las palabras agudas que terminan en cualquier otra consonante no llevan tilde. Por ejemplo:
harás, cambió, tendrán
En las palabras graves la sílaba tónica se encuentra en la penúltima sílaba y llevan tilde cuando no acaban en vocal, ‘s’ o ‘n’.
Por ejemplo:
carácter, mármol, árbol
Las palabras graves también se acentúan cuando terminan en dos vocales donde es una fuerte y una débil.
Por ejemplo:
acentúas, río
En las palabras esdrújulas su sílaba tónica siempre se acentúa y se ubica en la antepenúltima sílaba.
Por ejemplo:
legítimo, básico, término
En los adverbios terminados en mente, la tilde se mantiene en el mismo lugar de su forma simple.
Por ejemplo:
comúnmente, prácticamente
Siempre se acentúan los monosílabos y bisílabos interrogativos o exclamativos: cómo, qué, quien, cuál, dónde y cuán.
Por ejemplo:
¿Qué buscan los usuarios?, ¿Para qué se han sumado los esfuerzos?
Entre las principales confusiones que hemos encontrado en el uso de acentos, está el uso de acentos diacríticos, que nos sirve para diferenciar una palabra de otra que se escribe igual pero tiene otro significado, por ejemplo: mi (mi coche)-mí (para mí); de (preposición)-dé (verbo); más (aumento)-mas (pero), etcétera. Cuando una palabra puede o no escribirse con acento ortográfico, se recomienda omitirlo. Por ejemplo, antes se utilizaba acento para diferenciar solo de sólo. Se acentuaba la palabra sólo cuando se refería a únicamente o solamente, y no se ponía acento a solo de soledad, pero la RAE ha aconsejado escribir solo sin acento en ambos casos desde la nueva Ortografía Académica de 2010.
Consejo
Activa las herramientas de revisión de ortografía y gramática en el menú de Herramientas/Ortografía y gramática, pero no las de autocorrección. Word sabe mucho pero no todo y puede decidir cambiar Chichén Itzá por Chichón Itza.
Uso de mayúsculas
Se utilizarán mayúsculas después de punto y en la letra capitular de cada palabra de nombre propio, institución, evento y siglas. Se evita el uso de mayúsculas para resaltar una palabra que no esté dentro de los casos anteriores.
La norma general es que después de dos puntos se escribe minúscula. Sin embargo, en algunos casos es obligatorio empezar con mayúscula después de este signo de puntuación:
- Cuando los dos puntos introducen una cita textual, esta comienza con mayúscula (salvo que esté truncada).
- Tras las fórmulas de saludo que encabezan cartas, correos electrónicos y otros escritos.
- Después del verbo que indica el propósito del escrito.
- En listas o esquemas, cuando aparece un texto explicativo después de los dos puntos.
- Cuando después de los dos puntos vienen enumeraciones o explicaciones que ocupan líneas o párrafos independientes, siempre que se cierren con punto.
- Detrás de palabras o expresiones que introducen anuncios o advertencias.
Corrección de estilo
La consistencia en el uso del lenguaje es la mejor firma del autor. La lectura en voz alta ayuda a reconocer la cadencia o falta de ritmo de nuestra escritura y algunas personas piensan que si dejamos reposar el texto un tiempo, podemos analizarlo objetivamente para afinarlo. Pero no perdamos de vista que hay una horrorosa condición que afecta a prácticamente cualquier el escritor: la ceguera de taller.
Los creadores de un texto, aún sin quererlo, pasan por alto errores porque no necesitan leer lo que esta escrito para comprenderlo y no pueden evitar encontrar entre líneas lo que piensan sobre un asunto aunque en realidad no este escrito ahí. Es por eso que en el mundo de los escritores, se considera que no hay peor corrector para un texto que su propio autor (Lobato).
La profesión de corrector de estilo surgió prácticamente al mismo tiempo que la imprenta y aún es un trabajo humano irremplazable, pues aunque algunos programas informáticos corrigen la ortografía o la gramática, no pueden controlar el estilo, descubrir la cadencia, encontrar las sutilezas que definen el significado de un concepto o ponerse en los zapatos del escritor o el lector (García Negroni & Estrada, 2006).
El corrector de estilo debe ser una persona que no participó en la creación del texto, además de tener los conocimientos y habilidades necesarias para identificar, corregir o pulir los aspectos sintácticos y gramaticales que afectan o desvirtúan el aspecto formal del documento como pleonasmos, aliteraciones, fallos de concordancia o ambigüedades.
El corrector es el abogado del talento del escritor. Si existen pruebas de que el escritor ha sido un mal lector, el corrector las elimina. Si existen pruebas de que la educación del escritor ha sido pobre, el corrector intentará desacreditarlas. Si el escritor en verdad cree dominar el idioma, el corrector lo ayudará a expandir sus dominios (Chayé, 2014).
Un texto se altera y se modifica en el tiempo, se introducen o retocan algunos conceptos, se aumentan rubros y se cambian de lugar algunas ideas, por lo que es indispensable que el corrector identifique también la estructura, consistencia y cadencia del texto (Brooks, Pinson, & Sissors, 2008)..
Antes de iniciar un proceso de corrección, es fundamental ponernos de acuerdo sobre lo que define nuestro estilo con la persona que realizará el trabajo. Existen muchos espacios flexibles en la estructura de nuestro lenguaje que no dependen de reglas sino de preferencias y estas deben respetarse, incluso valorarse como sellos del autor.
Utilizar las herramientas de revisión para recibir retroalimentación de nuestros correctores o recibirlas en papel es muy importante, tanto para validar sus recomendaciones como para aprender de ellas. Por otra parte, tener un corrector que no conozca nuestras preferencias puede implicar un doble o triple trabajo para ambas partes, aunque las herramientas de revisión nos dan oportunidad de retroalimentar a nuestros correctores para que pueda ir conociendo mejor nuestro estilo y nuestras preferencias. Si encuentras un corrector que no te haga necesario volver a corregir sus correcciones, cásate con él.
Un corrector de estilo no puede leer un mismo documento varias veces con la misma eficacia, pues en la medida en que se familiariza con él texto, terminará cegándose igual que el autor, de manera que este ejercicio debe ser la prueba final y el último control de calidad antes de entregar o imprimir un documento.
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