Piensa en tu historia favorita. No importa si la conociste en un libro, en una película, en un videojuego o en un cuento que te contaba tu abuelita hace muchos años, muy probablemente esa historia ocupa un lugar especial en tu corazón porque te hace sentir cosas que te gustan: si es una historia de amor seguramente disfrutas estar enamorado o enamorada y si es una historia de acción es muy probable que te gusten las emociones fuertes. En cualquier caso, fuiste acompañando paso a paso al protagonista, es más, de cierta forma tú eras el protagonista ¿a poco no?, las tristezas te hicieron llorar y las alegrías te hicieron reír tanto o más que al individuo al que le pasan todas esas cosas.

Cuando la historia que estamos contando se conecta a nivel emocional con nuestros interlocutores la internalizan, son capaces de ponerse en el lugar del personaje y entonces el relato se convierte en un mensaje memorable y poderoso que puede motivar a las personas a adoptar una postura o tomar una decisión determinada, como darle “me gusta” y compartir una publicación, comprar un producto o visitar un destino turístico.

Es por eso que los expertos en mercadotecnia han tomado prestadas las herramientas narrativas del Storytelling para crear estrategias de venta y promoción que –cuando se hacen bien­ –resultan muy efectivas. Pero aquí no analizaremos el desarrollo de marcas y mercados, sino que enfocaremos el poder de los cuentos para crear contenido seductor y memorable.

Storytelling es el arte de contar cuentos

Hay muchas formas de contar historias y medios diversos para hacerlo, y una de las maravillas del internet es que es capaz de darles hogar a casi todos. Se puede contar una historia con un dibujo.

Mariana Viramontes
Guardián de los sueños, ilustración de Mariana Viramontes

El video es un excelente medio para contar historias en poco tiempo porque permite al narrador mezclar muchas herramientas de comunicación: imágenes, movimiento, sonido, etc.

Sin embargo, sin importar cuál sea el medio que utilices, para que la historia tenga el impacto que buscas, es indispensable que esté bien escrita. No tienes que ser un escritor experto ni ratón de biblioteca, pero sí es necesario que conozcas los fundamentos básicos de escritura y narrativa para que tu contenido tenga lógica y coherencia, además de generar el impacto que deseas.

Poder dar vida a personajes creíbles y seductores que nos hagan quererlos u odiarlos, construir escenarios que ayuden a transmitir nuestras ideas y trazar líneas discursivas estructuradas y lógicas son habilidades muy útiles para despertar el interés de nuestros interlocutores.

A lo mejor suena como una actividad compleja, pero no te asustes, los seres humanos somos cuentacuentos natos, nos narramos historias unos a otros todos los días, desde hace miles, miles de años:

Hemos descubierto muchas cosas sobre nuestros antepasados lejanos gracias a las historias que dejaron plasmadas en petroglifos y figuras pintadas en las rocas de algunas cavernas, conocemos miles de detalles sobre la vida de los pueblos antiguos por las historias que escondieron en sus palacios y templos y que se contaron generación tras generación hasta que alguien comenzó a ponerlas por escrito, y el primo Fer sabe mucho sobre los abuelos por las historias que le contaba la tía Nydia, a la hora de comer.

El punto es que narrar nos es natural. Sin duda hay unos cuentacuentos más talentosos que otros, pero todos nos contamos historias y anécdotas todo el tiempo, así es como nos comunicamos. Como la comunicación es uno de los aspectos más importantes de la vida humana, a lo largo del tiempo hemos generado técnicas que nos permiten fortalecer y perfeccionar la forma en la que nos contamos cuentos.

Aquí platicaremos sobre algunas, pero te recomiendo ampliamente que busques otras. Es posible que encuentres herramientas y metodologías que te funcionan mejor, o consejos y recomendaciones de tus escritores favoritos. Cuando lo hagas, no dudes en compartirlo con nosotros a través de nuestra comunidad de aprendizaje.

Sin embargo, debo advertirte que no existe una fórmula infalible para crear buenas historias, lo que le funciona a otros puede no funcionarte a ti y algo que funcionó en una historia puede no funcionar en otra. Dominar el arte de contar cuentos requiere de práctica, trabajo y experimentación usando el proceso de prueba y error, los errores son una parte indispensable del proceso creativo y abren posibilidades que no habríamos encontrado si no nos hubiéramos equivocado.

Una gran historia nos hace recorrer cada paso en la piel del protagonista

Las moralejas de las fábulas suelen ser poderosas porque nos son transmitidas a través de la narración de un cuento, lo que nos permite tener empatía con la tortuga es su perseverancia, pues resulta más eficaz que el talento de la liebre, así aprendemos de forma casi empírica a través de las fábulas.

Lo que buscamos al narrar una historia es lograr que nuestro interlocutor se identifique con ella, que sienta las emociones que siente el protagonista, que camine en sus zapatos. Para lograrlo es necesario saber transmitir los detalles, las sutilezas que suceden en las personas cuando viven y sienten algo. Evidentemente, es más fácil lograr ese efecto cuando nosotros mismos hemos vivido la experiencia y conocemos sus pormenores.

Probablemente es por eso que los expertos recomiendan que escribas de lo que sabes. No se trata de que la historia que cuentes sea sobre ti, tu vida o tus experiencias privadas, sino de que te inspires en tus propias emociones e incluyas en tu relato elementos reales y realistas que le puedan resultar personales a tu interlocutor: deseos, miedos, dudas, ideas o conceptos que hagan que tu historia se sienta como algo vivo, que provoque y evoque sentimientos y emociones verdaderas.

Imagina detalladamente a tus personajes, imprímeles rasgos que les den identidad, define qué es lo que les hace ser las personas que son –qué tipo de música le gusta, qué cosas le dan asco, qué hacen cuando se enojan, qué cosas les hacen reír, cómo se visten para las fiestas elegantes…–. Dales características que los definan y que ayuden a comunicar quiénes son. Inspírate en ti y en la gente que conoces.

Dales fortalezas y talentos, pero también debilidades que los vuelvan realistas, de forma que motive al interlocutor a ponerse en su lugar. Un personaje con fallas y defectos suele ser mucho más interesante que uno perfecto, además tiene más espacio para crecer y mejorar, lo que te abrirá posibilidades para el desarrollo de la historia.

Una de las herramientas más efectivas para transmitir todas esas sutilezas es la descripción, cuando conocemos los detalles de una situación es mucho más fácil imaginarnos en ella. No es lo mismo comer una rica cena que un manjar tradicional creado artesanalmente con semillas y flores de la región, aunque el manjar tradicional sea una rica cena.

La anatomía de un cuento

Entender qué es un cuento y cómo es su estructura es indispensable para tener control sobre nuestra narrativa, por lo que es importante aclarar algunos detalles técnicos.

Como síntesis, podemos definir una historia como una serie de eventos encadenados entre sí que se desenvuelven a través del tiempo y tiene la siguiente estructura:

empieza –> sucede algo –> termina

<–tiempo–>

Como explica el diagrama, se compone de tres partes principales, la introducción o planteamiento, el nudo, también llamado desarrollo, y el final o desenlace.

  • El planteamiento es la parte inicial de la historia. Es el momento en el que presentamos a los personajes principales y exponemos qué papel juega cada uno. Aquí se acomodan las piezas para que el nudo tenga sentido.
  • El nudo es cuando suceden los eventos más importantes del cuento, la parte en la que se expone el conflicto al que se enfrentan los personajes.
  • El desenlace es el clímax de la historia, el punto en el que presentamos la solución al problema y los personajes alcanzan sus metas –o no –y aprenden las lecciones que tenían que aprender. Es el momento en el que finaliza la narración.

Comúnmente siguen una curva de intensidad, siendo el nudo el momento en donde se concentran los eventos más impactantes.

Hay otros dos elementos fundamentales a considerar:

  • los personajes
  • el mundo.

De los personajes ya hablamos un poco, son los individuos a los que seguimos a través del cuento. El mundo es el ambiente en donde todo sucede. Entre más ricos son el mundo y los personajes, más rica es la historia.

Un par de cosas más

Antes de comenzar a escribir, hay algunos detalles más por definir que te ayudarán a crear un relato estructurado y seductor:

  • Qué quieres contar. Elige un tema, investígalo, entérate de todos los detalles que puedan ayudar a que tus lectores generen empatía y se vinculen emocionalmente con tu historia.
  • Para qué quieres contar esto. ¿Cuáles son los objetivos de tu historia, qué información y qué emociones quieres transmitir con ella, qué quieres que tus lectores sientan o piensen cuando vean tu contenido, para qué?
  • A quién le estás hablando. Piensa bien a quién le quieres contar la historia, quién es tu público objetivo. Recuerda que no hablamos igual con un niño que con un diplomático de una embajada, o con una pareja de recién casados, y a ellos probablemente no les interesan las mismas historias.
  • Cuál es tu perspectiva. Nadie experimenta la vida de la misma forma, así que nadie cuenta la misa historia de la misma manera. Define desde qué punto de vista quieres compartir tu historia para crear un mayor impacto.

Y por último, te comparto algunos consejos y aprendizajes que he obtenido de mis maestros y con la experiencia, espero que te sean útiles:

Las ideas tienen la curiosa manía de llegar en momentos extraños, –en el tráfico, antes de dormir, en la regadera –. No la dejes ir, si puedes, toma nota para que no las olvides y en el momento que llegues a tu escritorio comienza a escribir.

La parte analítica del cerebro aporta unas cosas y la parte creativa aporta otras, es importante usar las dos y permitir que se comuniquen entre sí para que trabajen juntas. Dale oportunidad a las ideas más locas pero utiliza métodos y estructuras que te permitan trabajar con orden.

La vida es una gran fuente de ideas, pues en la vida suceden cosas extraordinarias. Observa lo que sucede a tu alrededor, platica con la gente que te rodea, hay historias escondidas en todas partes.

El título es la cara de tu historia, es la primera impresión que se llevarán tus interlocutores. Asegúrate de que transmita la esencia del relato de forma atractiva y seductora.

Como dice el dicho, que la inspiración te encuentre trabajando, si te sientas a esperar a que te iluminen las musas es probable que nunca lleguen. Escribe aunque no se te ocurra nada grandioso, es más probable que la magia suceda si te estás ocupando de la historia que si tu mente está en otra cosa.

Las grandes historias no salen a la primera. Hay que contar un cuento muchas veces para afinar los detalles hasta que sea exactamente lo que deseas.

Busca historias que te gusten para que veas como le hacen otros cuentacuentos, y también inventa los tuyos. Como dijo Malcolm Gladwell, “la práctica no es lo que uno hace cuando es bueno, es lo que uno hace para volverse bueno.”

Si estás tomando el curso de storytelling para crear contenido seductor, regresa al campus para continuar con la siguiente lección.

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