Tipos de lectores

Por Alejandra Zorrilla y Mariana Viramontes

Los documentos estratégicos pueden estar dirigidos a lectores con características e intereses similares, o a personas que tienen diferentes jerarquías, conocimientos técnicos y lugares de trabajo. Si quieres escribir uno, seguro tienes algo en común con nosotras: escribes para que te lean.

Cuando el documento está dirigido a personas con características diferentes, es importante que el lenguaje que utilicemos pueda ser comprendido por quienes tengan menores conocimientos sobre el tema. Cuando la redacción exija el uso de algún tecnicismo, debemos explicar claramente su significado para que los tipos de lectores no especialistas puedan comprenderlo. No queremos obligar al lector a tratar de adivinar, pues esto requeriría un esfuerzo adicional que puede desmotivarlo a seguir leyendo. Las palabras más sencillas siempre tienen mayor impacto.

Un texto demasiado complicado que resulta árido para un lector, tiene altas probabilidades de ser abandonado. Del otro lado de la balanza, un texto demasiado obvio puede resultar aburrido y también augura una alta tendencia de la deserción. La complejidad de escribir un documento para un amplio rango de personas con diferentes niveles de conocimientos es encontrar el punto medio, el equilibrio que permita a unos comprender y a otros aprender algo nuevo.

Entre mejor conozcamos la forma de como los diferentes tipos de lectores perciben la realidad y nos enteremos de los gustos, contextos y experiencia de los diferentes grupos de interés a quienes van dirigidos nuestros documentos, mejor podremos orientarlos para captar la atención de un mayor rango de lectores.

Tipos de lectores: Sistemas de percepción

Existen tres sistemas relacionales que utilizamos para representar y comprender la información que recibimos del entorno: el visual, el auditivo y el kinestésico. Estos sistemas no son excluyentes y en general mezclamos los tres de forma inconsciente, aunque alguno de ellos suele predominar en cada persona (Joseph & O´Connor, 1995). Todos ellos pueden utilizarse al comunicarse por escrito.

Tipos de lectores: Diferentes estilos de percibir la realidad

Visual

Los tipos de lectores visuales piensan en imágenes y visualizan el mundo y las ideas de manera detallada. Piensan a través de mapas conceptuales. Son sensibles a la relación de forma y el color con los significados de las ideas. Para ellos la presentación es casi tan importante como el contenido. Les gustan las imágenes gráficas que expresen los conceptos y procesos que se exponen en un texto

Frases
relacionadas con el sistema visual:  …el asunto se aclara al… , la visión de…, se
puede observar… la abstracción de… tiene un aspecto…, desde el punto de vista
de…

Auditivo

Las
personas auditivas leen el texto de manera secuencial y ordenada, en bloques
completos. Son selectivas en cuanto al vocabulario, cadencia y claridad que se
utiliza en la redacción. Convierten la lectura en una
grabación mental.  No dan importancia a
las gráficas o diagramas pues requieren que los procesos se expliquen en
palabras de forma lineal. Piensan en sonidos y no recuerdan los detalles visuales.
Les importan las descripciones precisas.

Frases relacionadas con el sistema auditivo:  …se escucha…, dice que…, se expresa como…, en otras palabras…., ritmo de crecimiento…

Kinestésico

Los tipos de lectores kinestésicos relacionan lo que leen con sensaciones y emociones. Sienten las ideas, pueden tocarlas, olerlas o degustarlas. Suelen ser más emotivas y las inconsistencias en el lenguaje o faltas de ortografía les molestan físicamente. Les gustan los gráficos sencillos que evocan movimiento sin mucho detalle. 

Frases
relacionadas con el sistema kinestésico: hace
sentido…, para hacerlo tangible…, un modelo flexible…, genera un ambiente…,
genera movimiento… es necesario realizar…, toma lugar…, muestra… abre
posibilidades…

La redacción y presentación de los documentos estratégicos deber equilibrar los tres sistemas para mejorar la comprensión de los diversos tipos de lectores a quienes están orientados nuestros documentos, además de vincular los contenidos con elementos que el lector pueda reconocer desde su contexto personal.

Contexto y significado para que te lean

Para que un texto funcione debe conectarse con los marcos de referencia que posee el lector. Esto implica relacionar los significados textuales de la nueva información que presentamos en un documento con datos contextuales que permitan a los diferentes tipos de lectores interpretar lo que escribimos, utilizando sus conocimientos previos sobre los asuntos que exponemos. Al contextualizar la información para nuestros lectores generamos una buena relación con ellos, evitamos que divaguen y logramos que continúe leyendo.

Prestar atención a lo que nos agrada es un vestigio de la más temprana evolución de nuestro cerebro que, para sobrevivir, instaló un programa destinado a priorizar lo placentero frente a lo desagradable, incitándonos a escapar de las amenazas y aproximarnos a las fuentes de alimento y procreación. Poner atención a lo desagradable o desconocido en lugar de salir huyendo, exige un coste energético muy superior al que implica atender a algo que nos cautiva. Lo que nos gusta, nos atrae, lo
que reconocemos nos hace sentir seguros.

Cuando el cerebro no encuentra con qué encadenar o relacionar la información, requeriría de gran cantidad de energía para crear un almacén particular, de manera que lo más probable es que decida distraerse y mandar el pensamiento a otro lado menos costoso.

Cuando el cerebro relaciona la nueva información con experiencias conocidas, establece fácilmente nuevas relaciones neuronales y elabora un modelo o red mental que conecta la información con otros datos almacenados para dar sentido a lo que está leyendo.

La atención es una capacidad limitada y para captarla necesitamos señuelos o vínculos de interés, que se relacionen con experiencias conocidas que le resultan al lector satisfactorias y seguras.

Conocer el contexto de nuestros tipos de lectores es indispensable para comunicarnos con ellos. Esto no es motivo para entrar en pánico, ni razón para hacer un estudio profundo y costoso sobre cada lector. Es cuestión de empatía, de poner atención a los contornos de los muchos mundos que viven en nuestro mundo y en nuestras cabezas; de encontrar referencias comunes que nos acerquen y nos agraden.

Tips de seducción para que te lean

El hecho de que los documentos sean estratégicos o técnicos, no significa que deban ser tediosos y aburridos. La primera línea de cada capítulo o sección debe ser como un gran golpe de seducción.

Cuando el cerebro no encuentra con qué encadenar o relacionar la información, requeriría de gran cantidad de energía para crear un almacén particular, de manera que lo más probable es que decida distraerse y mandar el pensamiento a otro lado menos costoso.

La nueva forma de trabajar de la DIDT surge de la transformación del paradigma tecnológico del IMSS.

Definir claramente los conceptos que utilizamos es indispensable en un texto técnico o estratégico. Un texto impreso no permite retroalimentar a los tipos de lectores que requieran una explicación adicional, de manera que el escritor debe preguntarse lo que el lector necesita saber y suponer que no conoce el significado de algunos conceptos. Es igual de importante no dejar espacios para la interpretación cuando queremos comunicar una característica o cualidad específica.  

Tener en cuenta el contexto de tipos de lectores es una regla de cortesía muy importante y una diferencia que el escritor estratégico otorga a sus lectores.

Por regla general cuando se utiliza un acrónimo por primera vez, se expresa el nombre completo de referencia y entre paréntesis el acrónimo. Por ejemplo:

Identidad y Desarrollo (Idyd)

Sistema de Manejo de Visitantes (SMV)

La primera vez que se utiliza un concepto técnico, debe definirse. Ten en cuenta que palabra definida no puede ser parte de la definición. Por ejemplo:

Los procesos son procesos que contienen elementos que interactúan…

Los procesos son secuencias estructuradas en las que interactúan diversos elementos…

Para dar mejor cadencia al texto, las definiciones pueden personalizarse en función del sujeto relacionado. Por ejemplo:

En lugar de: Los sistemas son espacios en que interactúan diversos elementos. El proyecto tiene tres sistemas.

Escribe: Los tres sistemas del proyecto son espacios en que interactúan diversos elementos.

En lugar de: Los procesos son secuencias estructuradas que ordenan las actividades necesarias para producir un objetivo. La DIDT utiliza procesos para producir servicios.

Escribe: Los procesos de la DIDT ordenan las actividades necesarias para producir servicios digitales en una secuencia estructurada.

Esta fórmula suele ser mejor aceptada por el lector, pues las definiciones puras pueden resultar aburridas para quienes las conocen y pretenciosas para quienes no. Queremos que nuestros diferentes tipos de lectores disfruten leernos, aunque no sea tan fácil en textos técnicos, y buscamos que se sientan respetados y bien atendidos durante su experiencia.

Escribe en chunks para que tel lean

En los años cincuenta, el Dr. Neal Miller, investigador de la memoria, concluyó que la amplitud normal de la memoria de corto plazo en las personas adultas, únicamente nos permite recordar alrededor de siete elementos independientes de información al mismo tiempo. Desde entonces siete se considera el límite máximo de chunks, bits o bocados de información que admite el foco de atención de las personas (Miller, 1964).

La memoria de corto plazo sirve como almacén transitorio de información,
más o menos como la memoria ram de una computadora y utiliza estrategias para agrupar elementos para mandarlos en paquetes a la memoria de largo plazo, que funciona como un almacén de información que guarda las ideas vinculadas entre sí.

Así, en menos de 12 segundos, la información que recibimos se organiza y
se almacena agrupada en la memoria de largo plazo, para ser utilizada la
próxima vez que la necesitemos. Ente mejor agrupamos los conceptos, más claras se almacenan las ideas, por ende tendremos más posibilidades de recordarlas completas cuando sea necesario regresarlas a la memoria de corto plazo para utilizarlas.

Si una tarea de aprendizaje presenta demasiada información sin capitular o clasificar, nuestra memoria se sobrecarga, nuestro rendimiento decae y nuestro entendimiento se entorpece.

Para que nuestros documentos estratégicos sean más comprensibles y recordables, necesitamos agrupar la información en bocados digeribles estructurados de manera lógica. Si diseñamos y construimos unidades de información limitadas, evitamos la saturación de la memoria de corto plazo, facilitamos la digestión intelectual y logramos que nuestros diferentes tipos de lectores puedan almacenar una mayor cantidad de información para usarla cuando la necesiten.

Con esto en mente, debemos estructurar los documentos estratégicos en unidades de entre cuatro y siete elementos.

Usa la economía para que te lean

Ahorra el tiempo de tu lector. Elimina lo superfluo. Si lo puedes decir en dos palabras, no la escribas en cuatro. Escribe párrafos cortos de no más de siete
renglones. Alterna oraciones con diferente longitud. Después de una larga
utiliza una corta. Esto dará dinamismo al texto. No des rodeos, ve directamente
al punto central que es necesario expresar.Evita los conectores: además, por otro lado, de tal forma. Si los párrafos están bien conectados seguirán conservando su sentido

Evita palabras absolutas como todo, nada, nunca y siempre. Al tratar de reforzar lo absoluto, suele generarse el efecto contrario: dudas a los tipos de lector. Sabemos que la excepción confirma la regla, así que es suficiente ser contundente en tus expresiones.

El plan beneficia a absolutamente todos los pescadores que existen en el Golfo y utilizan redes.

El plan beneficia a los pescadores del Golfo que utilizan redes.

Revisa y elimina lo superfluo: Durante los primeros días de enero, algunos de los expertos en telefonía móvil fueron convocados y se reunieron en la ciudad de Guadalajara para discutir uno de los más importantes efectos de las aplicaciones en este ámbito.

Usa lenguaje ciudadano para que te lean

El concepto de lenguaje ciudadano nació para lograr una comunicación clara y comprensible en los documentos del gobierno. Está relacionado con la proyección de un gobierno cercano y moderno, que busca relacionarse con todos los ciudadanos, independientemente de su contexto o su niveles de especialización e implica la expresión simple y directa de la información que los lectores necesitan conocer.

Utilizar lenguaje ciudadano permite a los diferentes tipos de lectores ser más productivos, desarrollar sus funciones sin errores y sin necesidad de aclaraciones; evita la ineficacia y pérdida de tiempo para tratar de comprender argumentos imprecisos o complicados.

A veces podemos encontrar resistencia al cambio frente al uso de lenguaje ciudadano, pues el estilo solemne, complicado y poco claro está muy arraigado en la forma de escribir de algunas persona que redactan documentos estratégicos. La idea errada de que simplificar la escritura de los documentos estratégicos les resta el rigor técnico o jurídico, e incluso atenta contra su autoridad, va perdiendo vigencia en un mundo más
incluyente y transparente. Poco a poco el lenguaje rebuscado y misterioso va
quedando relegado a un ámbito poco vigente, que denota falta de eficiencia,
transparencia y autoridad sobre lo que se comunica. Utilizar un lenguaje claro,
simple y preciso es como un seguro de vida para el documento.

Ve por lo sencillo para que te lean 

No utilices palabras rebuscadas. Las palabras más sencillas siempre tienen mejor impacto. La mayoría de las personas agradecemos poder leer un texto sencillo. En cambio cada vez se critica más a quienes se escudan en la complicación tratando de impresionar y parecer muy eruditos. La sencillez suele ir de la mano de la economía.

En lugar de: Con la finalidad de coadyuvar al desarrollo.

Escribe: Para contribuir al desarrollo.

En lugar de: El sobredimensionamiento de la plataforma hace necesario instrumentalizar una gestión que modele las nuevas fórmulas de realizar sus funciones.

Escribe: La plataforma está excedida por lo que es necesario establecer un nuevo modelo de gestión.

Si quieres decir que el pez nada en la pecera, la mejor manera de escribirlo es: El pez nada en la pecera.

Usa voz activa para que te lean

Redactar en voz activa invita a los diferentes tipos de lectores a seguir leyendo, pues genera la sensación de que les hablamos de frente. La voz activa indica que el sujeto realiza, ejecuta y controla la acción del verbo. La voz pasiva, en cambio, presenta al sujeto como pasivo o paciente, sugiere que la acción que indica el verbo es desempeñada por un complemento o agente y no por un sujeto.

En lugar de escribir: Los buenos textos son escritos por buenos redactores.

Escribe: Los buenos redactores escriben buenos textos.

En lugar de escribir: El desarrollo de la comunidad es apoyado por el Ministerio de Cultura.

Escribe: El Ministerio de Cultura apoya el desarrollo de la comunidad.

Se coherente para que te lean

Otro factor fundamental para facilitar la tarea de interpretar la información está relacionado la coherencia. La coherencia de un documento implica que sus contenidos sean relevantes para lograr su objetivo y estén vinculados con el tema central; que puedan relacionarse con el contexto de los diferentes tipos de lectores; que la información esté organizada a partir de una secuencia lógica; y que tengan armonía sintáctica, semántica y pragmática.

Vincúlate con el objetivo y tema central

Otro factor fundamental para facilitar la tarea de interpretar la información está relacionado la coherencia. La coherencia de un documento implica que sus contenidos sean relevantes para lograr su objetivo y estén vinculados con el tema central; que puedan relacionarse con el contexto del lector; que la información esté organizada a partir de una secuencia lógica; y que tengan armonía sintáctica, semántica y pragmática.

Si el objetivo del documento, el tema central y la estructura de los apartados que contendrá el documento están bien definidos, será más sencillo decidir cuáles son los asuntos relevantes y dónde extendernos sobre ellos, para que el lector pueda darles mejor seguimiento.

Si en el camino te parece importante dar a conocer temas que no están relacionados con el tema central de un documento, puedes decidir escribir otro documento más adelante, generar un anexo, o redefinir el tema central.

Usa una secuencia lógica para que te lean

La secuencia lógica de un documento se relaciona con ir generando contextos que permitan a los diferentes tipos de lector hilar y vincular los contenidos de un texto de manera coherente y ordenada, en una secuencia estructurada que los guíen sin asumir que éste sabe cuál es el tema a tratar. Esto requiere presentar la información de lo general a lo particular.

Por eso al inicio de cada documento se establecen las nociones que definen los conceptos generales del tema a tratar y más adelante se profundiza en asuntos particulares para complementar los detalles. De la misma manera, en cada capítulo se presenta un párrafo introductorio que prepara al lector sobre el contenido de lo que vendrá.

Estructura tu texto para que te lean

En general los documentos estratégicos contiene los siguientes elementos: presentación o introducción, capítulos o apartados, párrafos, gráficos y tablas, conclusiones, citas y bibliografía.

Escribe una presentación introductoria

El propósito de la presentación es desplegar un contexto general antes de
mostrar todos los detalles del caso. La presentación debe dar un panorama
completo del proyecto y funcionar como referencia para comprender el sentido de
la información específica que se presenta en el documento. Se podría comparar
con el contorno de un rompecabezas o un hilo conductor que servirá para
desenredar una madeja.

Una presentación sólida y bien armada convencerá al lector que vale la
pena leer el resto del texto y lo invitará a invertir el tiempo suficiente para
profundizar en los detalles de su interés. Sobresalta los datos más relevantes
del caso y expresa el objetivo del documento.

Los temas que puede contener la presentación son: De dónde viene el asunto central del documento (antecedentes), qué es (descripción), para qué es (objetivo), por qué es importante (justificación), de qué se trata (principales componentes), hacia dónde va (evolución). Esta información debe redactarse de forma práctica y sintética. Debe escribirse al terminar de redactar el documento e idealmente no exceder de una cuartilla.

Escribe capítulos y apartados

Los temas que puede contener la presentación son: De dónde viene el asunto central del documento (antecedentes), qué es (descripción), para qué es (objetivo), por qué es importante (justificación), de qué se trata (principales componentes), hacia dónde va (evolución). Esta información debe redactarse de forma práctica y sintética. Debe escribirse al terminar de redactar el documento e idealmente no exceder de una cuartilla.

El contenido del documento debe fraccionarse en capítulos o apartados que incorporen información sobre un tema en particular. Los capítulos necesitan un contexto, nombre propio, un límite de chunks, una liga o alianza y un
 econocimiento secuencial.

Un contexto: Cada capítulo o apartado debe tener un párrafo introductorio que prepare al lector sobre el contenido de lo que vendrá, estableciendo los temas que se van a tratar en ese capítulo. Esto ayuda al lector a encadenar los conceptos que se proponen en esa sección.

Un nombre propio: El nombre del capítulo debe ser suficientemente genérico para incluir todas las secciones que contiene y el nombre de la sección debe referirse al tema específico en el que se profundizará. No es conveniente que el nombre de un capítulo sea el mismo que el de alguna de las secciones que lo conforman.

Un límite de bocados: Cada capítulo debería tener un máximo de cuatro secciones y cada sección un máximo de siete incisos. La secuencia sería: un capítulo por un tema; dos a cuatro subtemas por capítulo; y dos a siete incisos por subtema. Una mayor división, origina confusión en los diferentes tipos de lectores, por lo que es preferible abrir un nuevo capítulo si se quieren manejar más de siete subtemas, o agrupar los incisos en subtemas para no exceder estos límites.

Una alianza: Para que los capítulos y apartados tengan cohesión, es conveniente diseñar párrafos liga, que incorpore la conclusión del tema predecesor con el siguiente. Un buen documento no es un compendio de pequeños textos inconexos, sino un todo que tiene cadencia y ritmo.

Cada párrafo debe desarrollar una sola idea y seguir el mismo programa que el texto completo: de lo general a lo particular. En la primera oración se presenta la idea central del párrafo y posteriormente se sustenta con otras ideas relacionadas. La última oración deberá actuar como conclusión. Esta fórmula es especialmente importante para que las personas auditivas puedan seguir el texto fácilmente.

Un estilo de numeración

En el estilo legal se anexa un número adicional a cada nivel inferior.

1

1.1

1.1.1

1.1.1.1

En la secuencia procesada se combinan
números y letras para diferenciar cada nivel.

I.
Número romano.

A.
Letra mayúscula.

1.
Número arábigo.

a.
Letra minúscula.

Usa gráficas y tablas

Las tablas y gráficas permiten relacionar y sintetizar modelos e ideas complejas que se presentan en el texto del documento. Son especialmente importantes para las personas visuales, y no deben suplantar la explicación textual de lo que representan, sino apoyar las palabras. Antes de cada gráfica se presenta en palabras la información que contiene y después se explica cualquier detalle que puede pasar desapercibido a las personas que no tienen un sentido visual desarrollado.

Su diseño debe ser consistente en color, grosor de líneas y formas para provocar una sensación de unidad, orden y estabilidad, lo que fortalecerá la sensación de confianza y seguridad en el lector.

En los gráficos o tablas que provienen de otro documento, se cita la fuente bibliográfica completa.

Considera citas citables

Citar documentos institucionales o autores conocedores del tema del documento da validez y demuestra dominio del tema, además brinda al lector la posibilidad de consultar la fuente para ampliar sus conocimientos y demuestra ética del autor al dar crédito a los méritos de otros autores.

Es muy importante que las citas sobre datos estadísticos se refieran tanto a la institución o autor que las publicaron, como a la fecha en que fueron publicadas para asegurar que sea fidedigna, pues la realidad cuantitativa cambia constantemente.

Las citas menores de cuatro renglones se integran al párrafo con comillas y “no se convierten en un párrafo independiente”, o simplemente se escriben en cursivas para no cortar las ideas. Hay que decidir. No deben utilizarse comillas y cursivas al mismo tiempo. Cuando se omite una parte del texto original, se sustituye por puntos suspensivos entre paréntesis (…).

Para dar crédito a los autores de las citas menores podemos hacer un llamado a pie de página con un asterisco (*) e indicar en ella la referencia bibliográfica indicando el año de publicación y el apellido del autor. Suelen escribirse en fuentes de menor tamaño, y si en la misma cuartilla hay mas de un llamado a pie de página, se agrupan de arriba a
abajo y de izquierda a derecha.

*Martínez, 2014         ***
Molina, 2014

** Dupuis, 2012

Las citas textuales mayores a tres
renglones se forman en bloque, se utiliza una sangría de 0.5” y se presentan
entre comillas.

“Las citas textuales largas se sacan del discurso principal. Se convierten en un
párrafo independiente cuyo contenido es idéntico al que publicó un autor o
institución anteriormente. En caso de que se quiera omitir algo, se sustituye
por (…) y posteriormente se continúa con el texto publicado.”. (2010, Martínez)

Al final de las citas largas se escribe la referencia bibliográfica entre paréntesis, conteniendo el año de publicación y el apellido del autor (2010 Martínez) o las siglas de la institución (2010 OMT). Estas referencias deben enunciarse y completarse
posteriormente en la bibliografía.

En ambos casos, cuando las citas textuales presentan errores de ortografía o de redacción, son respetados, empleando el adverbio latino (sic), que significa “así del original” y se utiliza para indicar que la palabra o frase que lo precede es literal.

En ambos casos, cuando las citas textuales presentan errores de ortografía o de redacción, son respetados, empleando el adverbio latino (sic), que significa “así del original” y se utiliza para indicar que la palabra o frase que lo precede es literal.

Bibliografía

Para citar una referencia bibliográfica existen diversas metodologías. Las más comunes son APA, Chicago, MLA y Turabian, que proponen una forma diferente de citar y acomodar los datos sobre las fuentes que utilizamos al redactar un documento.

En Identidad y Desarrollo utilizamos el estilo de APA (American Psicological Asociation), que es uno de los más aceptados y está vinculado con la herramienta que administra las referencias en Word, lo que facilita mucho nuestro trabajo. El estilo APA cita las fuentes de la siguiente manera:

  • Libro: apellido y nombre del(os) autor(es), año de publicación, título, lugar de
    publicación, editorial.
  • Capítulo de libro: apellido y nombre del (os) autor(es), año de publicación, título
    del capítulo, nombre del libro, páginas, lugar de publicación, editorial.
  • Artículo de revista: apellido y nombre del (os) autor(es), fecha, título del
    artículo, nombre de la revista, volumen, páginas.
  • Periódicos: apellido y nombre del (os) autor(es), fecha, título del artículo, nombre
    del periódico, páginas.
  • Página web: apellido y nombre del (os) autor(es), año de publicación, título del
    artículo, fecha de recuperación del documento, asociación que publica el
    artículo, URL.
  • Cuando la referencia presenta más de tres autores se utilizará la voz latina et al.

En caso de citar dos títulos del mismo año de un mismo autor, se diferencian asignándoles letras. Si se presentan dos autores con el mismo apellido, se utilizará la primera letra de su nombre para diferenciarlos.

Tips de nomenclatura

Una nomenclatura adecuada cuida el orden y estructura de los componentes. Asegura que el nombre propio que utilizas para un asunto sea el mismo en todas las secciones del texto, y que los elementos de un componente se presenten en el mismo orden de principio a fin.

El sistema contempla tres elementos:

  • Volumen
  • Peso
  • Contenido

Lo correcto es que el Capítulo 1. Elementos del sistema, se estructura de la siguiente manera:

1.1 Volumen

1.2 Peso

1.3 Contenido

No es consistente que en el Capítulo 1. Elementos del sistema, presentes los elementos en otro orden:

1.1 Contenido

1.2 Volumen

1.3 Peso

No debe quedar fuera de la lista un elemento referido anteriormente como componente del mismo asunto:

1.1 Volumen

1.2 Peso

Tampoco es consistente cambiar el nombre de un elemento referido anteriormente. Si cambia en una de las lista, es necesario cambiarlo en la otra.

1.1 Contenido

1.2 Volumétrico

1.3 Peso específico

Este artículo fue escrito en colaboración con Idunn Editorial.

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